lunes, 26 de julio de 2010

Castro Urdiales.

Sábado, 24 de Julio de 2010

Tras una larga semana decidiendo el destino y las condiciones de nuestro viaje, todo parecía estar perdido la mañana del viernes, pero una llamada de última hora la tarde del mismo día,lo cambiaría todo. Había una habitación libre en una pequeña pensión de Castro Urdiales(Cantabria).
Todo fue muy rápido, enseguida nos pusimos a buscar combinaciones de autobuses para iniciar nuestro viaje.Ningún problema.
El sábado a las 9.15 salíamos camino de Bilbao, para coger allí un bus hasta Castro. Llegamos a la estación de autobuses, y cogemos nuestro nuevo bus, que parte en 1 minuto.
Enseguida empezamos a ver el mar, y si ya estábamos poco contentos, ésto nos anima aún más.



Llegamos a nuestro destino, bajamos del bus, pero estamos un poco perdidos. Enseguida preguntamos por la dirección que buscamos, y en 10 minutos estamos en la pensión. Está reformada por fuera y por dentro, y es realmente bonita. Al rato aparece la dueña, un tanto peculiar pero extremádamente simpática. Nos da las llaves y nos dirigimos a nuestra habitación, una triple con baño, todo muy limpio.
Dejamos todo, nos ponemos los bañadores, cargamos nuestras toallas y bajamos a la playa.
Pasamos un agradable día bajo el sol, con excursión a nado hasta una balsa con toboganes, trampolines y todas esas cosas. Terminamos agotados y algo mareados por el movimiento de la misma.
Bien entrada la tarde, decidimos volver a la pensión, ducharnos, arreglarnos y salir a pasear por las calles del pueblo.





Cámara en mano, visitamos un castillo, acantilados, una iglesia y el faro. Fotos y más fotos.
Tenemos hambre, así que buscamos un restaurante para cenar. Tras varias vueltas decidimos preguntar en uno. Nos toca esperar 15 minutos. Mereció la pena. Salimos súper contentos de cenar.
Damos un paseo, nos sentamos en una plaza y al rato nos vamos a la pensión. Estábamos cansados.
Azahara cae rendida sobre la cama, mientras Raquel y yo decidimos charlar un rato. No tardamos mucho y nos dormimos también.

Domingo, 25 de Julio de 2010.

Amanece nublado, así que se fastidió la playa. Pero eso no era nada negativo.
Compramos pan y algo de embutido, y vamos hasta unos preciosos acantilados situados en el otro extremo del pueblo. Pasamos una mañana diferente y muy entretenida.







A media tarde cambiamos de escenario, nos dirigimos al castillo, iglesia y acantilados donde habíamos estado la tarde-noche anterior. Algo tristes, comentamos lo bien que lo hemos pasado y las ganas que tenemos de hacer otro viaje.





Enseguida cogemos el autobús que nos devuelve a casa, este pueblo grande llamado Miranda de Ebro, del que espero volver a salir muy pronto...

1 comentario:

  1. What an amazing pictures, Dan! You look so sePsi!
    I like the one with your feet and the third one ;)

    see u on facebook,

    xx

    ResponderEliminar