martes, 1 de febrero de 2011

Temo, luego existo.

En la película "Los Otros", de Alejandro Amenábar, los protagonistas no abrían una puerta sin haber cerrado antes la anterior, pues la luz les dañaba al estar muertos.
En mi caso, nunca apago una luz sin haber encendido antes la siguiente, pues la oscuridad me asusta.
¿Es un indicio de que estoy vivo? ¿Sirve como principio filosófico? Si Descartes dijo "Pienso, luego existo", yo digo: "Temo, luego existo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario