miércoles, 6 de octubre de 2010

El Deseo.

Esta mañana, en clase de filosofía, el profesor decía una frase que ha sido clave para entender un poco mejor el estado de ánimo que arrastro desde hace unas semanas. Esa frase era: el deseo implica carencia. ¡Cuánta razón!. Cuando deseamos algo-alguien con todas nuestras fuerzas, es porque tenemos una carencia de eso que ese algo-alguien nos puede proporcionar, y es ahí cuando, si no lo conseguimos tener cerca (o no tan cerca como nos gustaría), entramos en un estado de tristeza,añoranza,vacío e incluso nos planteamos el sentido de nuestra vida.
Creo que una buena manera de suplir ese sentimiento, es buscando nuevos intereses y actividades que nos devuelvan a la vida, al sentir y al tener unas motivaciones aparentes por seguir aquí. Pero...es difícil. No te sientes con fuerza para buscar otros entretenimientos que te hagan no pensar en ese algo-alguien que tanto necesitas.
He llegado a la conclusión de que hay que buscar una armonía entre la carencia y el deseo, y aprender a igualar los niveles de uno y del otro. Yo pienso hacerlo, y pienso volver a ser feliz.Y espero que sea en un tiempo no muy lejano...

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