Cada tarde, antes de esconderse, el Sol refleja en el edificio de enfrente e ilumina mi habitación casi por completo. Ese último rayo de sol de cada día, es como el último rayo de esperanza. Y me gusta esa sensación. Y me gusta observarlo sin hacer nada.
Esa línea del horizonte debería tener un nombre.
ResponderEliminarPreciosa imagen..